Por tercera vez en la temporada y decimocuarta victoria en su carrera, Kalle Rovanperä se hizo con el triunfo.
La posición en la carretera siempre sería un factor crítico, y Rovanpera no solo sacó el máximo partido de salir sexto, sino que ofreció una velocidad constante y tomó decisiones inteligentes con los neumáticos para sellar la victoria.
Nõgene dominó con puño de hierro la prueba, ganó diecinueve de las veinte etapas cronometradas, ganando por casi veinte minutos al turco Kerem Kazaz quien al igual que Nõgene logró su primer podio en la categoría.
El power stage fue una etapa de 13.34 km al final del rally.
Se otorgaron puntos adicionales del Campeonato Mundial a los cinco más rápidos.