Rally Acrópolis de 1980

De vuelta al continente se corría el no menos duro Acrópolis, conocido también como la prueba más «africana» en alusión al Safari, quinta prueba del campeonato del mundo y la séptima edición que era puntuable para el mundial.Más de 150 equipos se inscribieron en la prueba[nota 1]​ con al menos seis equipos oficiales: Datsun, FIAT, Opel, Mercedes, Peugeot y Toyota, mientras que otras marcas como Ford, Lancia, Polonez, Lada, Wartburg, Trabant y Dacia, estaban presentes pero con estructuras privadas.Björn Waldegård, ganador de la edición anterior y defensor del título de pilotos estaba presente con un Mercedes 450SLC, en lugar del Ford Escort utilizado entonces, mientras que el segundo clasificado Timo Salonen repetía con el Datsun 160J al igual que Harry Källström.Tres años después en Grecia alcanzaría su primera victoria, la número dieciocho para la marca Ford.El segundo cajón del podio sería de nuevo para Timo Salonen, por segundo año consecutivo, y la tercera plaza fue a parar al Fiat 131 Abarth de Markku Alén, conformando un triple podio finlandés, cuarta vez que ocurría en la historia del mundial (tras Finlandia 1974, 1975 y 1978).[3]​ El mejor piloto local clasificado fue Tasos Livieratos que a los mandos de un Lancia Stratos HF logró la novena plaza.El Ascona había logrado su primera victoria ese mismo año en Suecia gracias al piloto local Anders Kulläng.Aunque no de manera oficial, Ford que había logrado el título de marcas y contructores el año anterior, estaría presente gracias a la estructura privada del Rothmans Rally Team dirigida por el británico David Sutton que había alineaba sendos Ford Escort RS 1800 MKII para Hannu Mikkola y Ari Vatanen.Por delante casi mil kilómetros cronometrados repartidos en cuatro días con sus respectivos tramos de enlace, donde los equipos tendrían ocasión de realizar sus asistencias, aunque con poco margen ya que el tiempo empleado para completarlos era muy ajustado.En la primera se disputarían once tramos, todos distintos, visitando las localidades de Atenas y Kalambaka.Más atrás se encontraban Jochi Kleint con el otro Opel y Ove Andersson a los mandos del único Toyota oficial que seguía en carrera.Alén, por ejemplo, sufría continuos problemas en su transmisión y los intentos por repararla solo le servían para sumar penalizaciones.Por detrás Bettega aguantaba en tercera posición con apenas unos segundos de ventaja sobre Andersson, cuarto con su Toyota Celica que apostaba por no forzar el ritmo.Kleint se hundió en la clasificación tras romper el puente trasero de su Ascona 400 y su lugar lo ocupó Kullang, que con el otro Ascona logró recortar alrededor de tres minutos y situarse segundo.El segundo puesto lo heredaba Salonen, curiosamente sin marcar el mejor tiempo en ninguno de los tramos que se habían disputado hasta entonces, la regularidad era su mejor aliado a pesar de competir con un modesto y menos potente Datsun.Por delante de él se situaban Kullang y en tercera posición Alén, ambos muy rápidos durante toda la carrera pero muy alejados del líder.
Ari Vatanen logró con el Ford Escort RS 1800 su primera victoria en el campeonato del mundo, vehículo con el que ya había logrado cuatro podios. En la imagen durante el Rally de Finlandia de 1978 .
A pesar de partir con el dorsal número dos, el francés Bernard Darniche tuvo una actuación modesta con su Lancia Stratos abandonando el primer día tras la rotura de la dirección.
Ford Escort RS 1800 con la decoración de Rothmans utilizado durante la temporada 1980 y 1981. En la imagen el modelo de Vatanen del Acrópolis de 1981.
Fiat presente en Grecia con tres 131 Abarth logró un tercer y un quinto puesto que le servían para mantenerse líder del certamen de marcas y de pilotos.