Al concluir la enseñanza primaria, se matriculó en el Colegio de Belén, donde cursó los primeros tres años del bachillerato.
Los estudiantes no eran ajenos a esta situación y se implicaban cada vez más en los acontecimientos que ocurrían en la isla.
Yo estaba vomitando sangre y casi desvanecido de debilidad, pero su sonrisa, con todo, me produjo una extraña sensación indefinible.
Tiene una hemorragia interna..." Por eso su sonrisa era para mí como un adiós que yo recibía en condiciones de angustia invencible,… […] Después, a Rafael Trejo se lo llevaron de aquel rincón para hacerle la arriesgada operación que no pudo salvarlo, me pasaron a mí para la cama en donde él había estado y pusieron en la mía a Isidro Figueroa.
Yo lo descubría por el silencio, al que de pronto se le ponía, como un rubí brillante, la palabra "¡Asesinos!
Yo no había podido dormir hasta entonces, ni una hora siquiera, lo que me tenía intranquilo, nervioso y sumamente débil.
Y se le aguaron los ojos, a pesar de que no quería impresionarme.»[4] Esta cruenta protesta estudiantil en la que participó y entregó su vida el joven revolucionario Rafael Trejo, constituyó el principio del fin del gobierno de Machado.
http://www.fec.uh.cu/?q=content/30-1930-asesinato-del-revolucionario-rafael-trejo (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).