Dicha cátedra fue obtenida por oposición en la Real Academia de San Fernando a finales de 1854.
Se dedicó a la ornamentación religiosa permanente.
[1] Las pinturas representan el Nacimiento, la Transfiguración, la Cena y la Ascensión de Cristo a los cielos.
El primer trabajo teatral del que se tiene constancia tuvo lugar en 1868, cuando realizó trece decoraciones para la comedia de magia en tres actos, original de Antonio M. Ballester, Un pacto con Satanás.
Rafael Berenguer, asistido por su hermano Sebastián, quien figuraba como jefe de maquinaria, pintó el telón de boca del nuevo coliseo, así como treinta decoraciones nuevas que configurarían la primera dotación de repertorio del Español alicantino.