Era un músico excepcional, compositor de cumbia y promotor del folclore costumbrista en el país.
[2] Su vida lo llevó luego a Costa Rica, Panamá, Colombia y otras regiones de Centroamérica.
Cuando fundó su orquesta, debutó en el Casino Salvadoreña sobre la esquina opuesta al Parque Barrios de San Salvador.
La orquesta acompañó a Tongolele, Lucho Gatica, Muñiz y los Churumbeles de España.
[2] Le sobrevivió su esposa, doña Rosa Amelia Martínez de Barrientos, quien lo acompañó hasta el final.