Fue interesante observar el cambio de color según se debilitaba la estrella.
Era de color rojizo la primera noche, luego amarillento-rojizo y así.
La última observación fue de la estrella más rojiza que he visto nunca."
El estallido de 1967 fue detectado nuevamente por Cyrus Fernald, pero esa misma noche, Max Beyer, situado en Hamburgo, Alemania había observado ya la variable en la magnitud 6.
[3][4] Alcanzó una magnitud visual máxima de aproximadamente 4,6 al día siguiente.