El aumento hasta el máximo brillo sucede en menos de un día, mientras que la disminución hasta la inactividad tiene lugar durante varios días o semanas.
Las novas enanas consisten en un sistema binario próximo en donde una de las componentes es una enana blanca que toma materia de su compañera.
Son similares a las novas clásicas en que la enana blanca sufre estallidos periódicos, pero el mecanismo es distinto: mientras que en las novas clásicas los estallidos son el resultado de la fusión y detonación del hidrógeno, la teoría actual postula que las novas enanas tienen lugar por la inestabilidad del disco de acreción, cuando el gas alcanza una temperatura crítica que provoca un cambio en su viscosidad, produciéndose un colapso hacia la enana blanca que libera una gran cantidad de energía potencial gravitatoria.
[2] La luminosidad del estallido aumenta con el intervalo de recurrencia y con el período orbital; recientes estudios con el telescopio espacial Hubble sugieren que la última relación puede hacer que las novas enanas sean útiles como candelas estelares para medir distancias cósmicas.
[2][3] Dentro de las novas enanas se pueden distinguir los siguientes subtipos:[1]