El río Murrumbidgee era ya conocido por los europeos antes de que estos lo descubrieran realmente.
[2] En 1823, el comandante de brigada John Ovens y el capitán Mark Currie recorrieron el curso alto del Murrumbidgee cuando exploraron el lago George.
Los principales afluentes del Murrumbidgee son los siguientes ríos: Entre los muchos humedales que existen a lo largo del Murrumbidgee se encuentran los siguientes:[6] De manera estacional, el río tiene un gran caudal, pero hoy día tiene un nivel constante, el nivel se eleva cuando se hacen autorizaciones a fin de proporcionar a los regantes suficiente caudal aguas abajo.
Las amenazas a su ecología cuando cruza el Territorio de la Capital Australiana están generalmente mal evaluadas.
Los años siguientes el río aumentó algo más de 12,5 metros.
[10] La disminución en el número de inundaciones tiene consecuencias para la vida silvestre, las aves y los árboles.