Otros autores señalan como origen del nombre las frecuentes matanzas de ganado producidas en la zona.
[8] En la década de 1780 se abrió un paso entre el recodo mencionado y el Río de la Plata, llamado «boca del Trajinista», formando desde entonces la actual desembocadura del Riachuelo, y una isla en la margen izquierda.
Se instalaron mataderos, curtiembres y saladeros en las orillas del río, que oficiaba de puerto natural.
Desde entonces, se repiten las medidas de gobierno con el mismo fin, lo cual señala un problema ambiental persistente.
En los años siguientes, la dirección del proyecto cambió de manos sin que se produjeran avances.
Y en los años '30 se volvió a relanzar el proyecto de un área industrial asociada al canal del Riachuelo.
Desde fines de 1880 a 1930, el Dock Sud y el canal del Riachuelo reunieron muchos de los establecimientos industriales más importantes del país, como las metalúrgicas Vasena, TAMET y Fabricaciones Militares.
La situación se agravó por diversos procesos ligados a un crecimiento urbano y poblacional sin planificación ni inversiones adecuadas de infraestructura.
El paisaje del río se pobló de infraestructura industrial en ruinas o abandonada; muchos establecimientos productivos siguieron funcionando en condiciones cada vez más precarias, sin control del Estado, en áreas cada vez menos transitadas.
Las márgenes del río fueron utilizadas a discreción por muchas empresas, como sitios para disposición de residuos, efluentes, rellenos ilegales, etc.
[19] El periodo de mayor deterioro comenzó en los años '70 cuando estos proceso se agravaron aún más.
[22] El río Matanza Riachuelo se extiende a lo largo de 64km, en los que atraviesa desde paisajes rurales en su nacientes hasta espacios completamente urbanizados en su desembocadura.
[23][24] En la Cuenca Alta se desarrollan numerosas actividades turísticas y culturales vinculadas al campo.
General Paz hoy presenta poco uso público, pero desde los años '40 conformó un eje de áreas naturales destinadas al ocio popular, como el Centro Recreativo Ezeiza, con sus piletas y áreas de pícnic a orillas del río, creado por el Estado Nacional.
Esta construcción de un canal rectificado fue realizada por el Estado Nacional en obras exendidas hasta los años '40, destinadas a crear una vía de navegación comercial que nunca llegó a implementarse y finalmente fue abandonada.
Sobre la margen izquierda de la Ciudad, se despliegan grandes espacios verdes como el parque Ribera Sur y la Reserva del Lago Lugano.
Desde el Puente Alsina, las márgenes del río presentan una vegetación abundante en arbustos y árboles, recuperadas como espacio público.
Desde el Puente Pueyrredón Viejo el río ingresa a la antigua área portuaria, donde se observan depósitos, barracas y fábricas, así como grandes galpones de astilleros, pertenecientes a la época de esplendor del Riachuelo.
A lo largo de la cuenca baja y media se producen frecuentes inundaciones, cuyos principales afectados son los asentamientos informales.
Si bien la Cuenca Matanza Riachuelo es una unidad ambiental altamente impactada por las diversas actividades antrópicas desarrolladas en su territorio, mantiene aún algunos componentes biológicos originarios.
Hasta el momento se cuentan once áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad.
En la Cuenca Baja, existen diversas actividades productivas e industriales que generan efluentes contaminantes.
Actualmente, se generan aproximadamente 10.000 toneladas de residuos por día en la Cuenca Matanza Riachuelo.
[41] En la zona periurbana, la aparición de basurales a cielo abierto aporta compuestos orgánicos provenientes de residuos domésticos, también sintéticos y otros ajenos a los sistemas biológicos (llamados xenobióticos), presentes en detergentes, emulsionadores y conservantes.
Y obligó al Estado Nacional, entre otras cosas, a iniciar un proceso de saneamiento extendido mucho más allá del ámbito original afectado por la demanda (Dock Sud), para abarcar el territorio completo de la Cuenca Matanza Riachuelo, entendida como un sistema natural integrado.
Impulsado por estas miradas, el Riachuelo y su antiguo puerto ocuparon desde mediados del siglo XIX un lugar central en el imaginario de la Ciudad de Buenos Aires, una influencia que hoy se mantiene vigente.
[47] Esta tradición de artistas vinculados al Riachuelo dejó una impronta que todavía perdura.
También en Caminito, la calle convertida en museo a cielo abierto por impulso del mismo Quinquela, todavía hoy uno de los puntos más visitados por el turismo en la Ciudad.
(…) Una mañana perdularia por los diques produce sobre la imaginación los mismos efectos que una inyección de vitaminas.
“En ese barquichuelo cansado y achacoso de tanto navegar, hay alguien que nostálgicamente contempla el cielo.