Régimen cambiario

Las políticas mencionadas se implementan a través de los bancos centrales.

En la caja de conversión el régimen cambiario está basado en un compromiso legislativo por el cual se debe cambiar la moneda nacional por una extranjera específica a un tipo de cambio determinado.

Para tal efecto, las autoridades emisoras aceptan ciertas restricciones que permitan cumplir con su obligación legal.

Esto implica que sólo se emitirá moneda nacional respaldada por moneda extranjera y que estará totalmente respaldada por activos externos, lo que elimina las funciones tradicionales del banco central, como la de control monetario y la de prestamista de última instancia, y deja poco margen de maniobra para aplicar una política monetaria discrecional.

La autoridad monetaria interviene activamente en el mercado cambiario para determinar el tipo de cambio sin comprometerse con una trayectoria preanunciada.

La intervención sólo tiene por objetivo moderar la tasa de variación y evitar fluctuaciones excesivas del tipo de cambio, pero no establecer su nivel.

La autoridad cambiaria está dispuesta a comprar y vender divisas a determinadas cotizaciones para mantener el valor de la moneda al nivel establecido.