En 39 decidió alistarse en el ejército romano, y, dada su condición de ciudadano romano, acudió a la llamada realizada en la zona Norte de Italia por el emperador Calígula para reclutar dos nuevas legiones para emprender una campaña contra los germanos.
[1] La leva fue especialmente rigurosa en cuanto a condiciones físicas e intelectuales,[2] por lo que Petilio Secundo debía cumplirlas.
Inmediatamente, fue asignado a la Legio XV Primigenia creada específicamente para esta campaña junto con la Legio XXII Primigenia,[3] y después de ser entrenado,[4] siguió a Calígula hacia Germania en la primavera de 40[5] hasta la costa del Mar del Norte para emprender la invasión de Britannia;[6] ambas expediciones fueron un simulacro de Calígula y una frustración para sus soldados,[6] quienes incluso fueron obligados a atacar a las olas y recoger conchas en las playas como despojos de la supuesta victoria del emperador y sus tropas sobre el Océano.
[9] En su testamento, Petilio Secundo debía concretar como debían ser sus funerales y como debía ser el monumento funerario que lo recordase, consignando las cantidades de dinero precisas para ello, lo que indica que, a lo largo de su corta carrera militar, había sido capaz de hacerse con unos ahorros lo bastante importantes como para costear este funeral y su propio memorial.
Actualmente está depositada en el Rheinisches Landesmuseum Bonn,[11] y una copia ha sido colocada en la calzada romana que recorre el limes paralela al Rin en dirección a Bonn.