Quintanilla de Onsoña

La localidad está situada en la comarca de Vega-Valdavia, a orillas del río Carrión.

El término municipal cuenta con centenares de microtopónimos o topónimos menores.

La trama urbana, adaptada al terreno y a las necesidades de la vida campesina, es de calles irregulares en Quintanilla y los otros cinco núcleos urbanos del término municipal.

A mediados del siglo XVIII, según el Catastro de la Ensenada, Quintanilla contaba con 55 casas, "tres arruinadas, treinta y ocho bodegas, cinco lagares, tres panerías, una fragua, seis pajares, una caballeriza, once corrales y un palomar y que no pagan cosa alguna por su establecimiento" (Respuesta 21).

[10]​ El río Valdecuriada atraviesa la localidad de Quintanilla y bordea varias poblaciones del término municipal quintanillense.

En la última parte del Hierro, el pueblo vacceo habitaba Lacóbriga (San Mamés de Campos) y todo el valle medio del río Carrión, donde está Quintanilla.

Don Soña, personaje histórico a quien se refiere el nombre de la localidad, fue un infanzón, por su tratamiento de Don, que poseyó Quintanilla en la Alta Edad Media.

Estaban exentos de pagar martiniega, yantar y fonsadera, añadiendo el Becerro de las Behetrías que sus gentes no pagaron nunca tales tributos.

[33]​ El condado saldañés se dividía en cuatro circunscripciones, cada una de las cuales tenía sus propios alcaldes que gozaban de sus propias atribuciones.

En 1833, el pueblo se incorporó a la actual provincia de Palencia.

[47]​ Sabemos que Quintanilla contó con un pósito municipal,[48]​ cuya función principal era dar caridad y facilitar la siembra a los vecinos.

El correo postal se servía tres días a la semana desde la estafeta de Saldaña.

Elegía, con otras localidades, un diputado del total de cinco que correspondían al partido Saldaña.

Han ejercido de alcaldes: Julián Pérez (1848), Francisco Díez (1852, 1854 y 1867), Andrés Merino (1878), Francisco Merino (1883), Jerónimo Valles (1885), Eleuterio Lorenzo Gaite (1887), Toribio Díez Llorente (1889), Julián Merino Ramos (1891), Cándido Medina Herrero (1893), Salustiano García Martín (1895), Tomás Díez Martín (1897), Nemesio Herrero Lorenzo (1899 y 1901), Leandro Lorenzo Puebla (1903), Claudio Ibáñez Gutiérrez (1905), Félix González Martín (1907 y 1909), Mariano Merino Herrero (1911), Félix Marcos Puebla (1913), Manuel Andrés Mancebo (1915), Félix González Martín (1917), Galo Merino Herrero (1920), Pedro Pozo Díez (1922), Ceferino Martín (1927), Dionisio Pozo Díez (1933), Mariano González Díez, Afrodisio Marcos (1979), José Merino (2003), María Teresa Carmona (2005).

Los maestros que han ejercido en la localidad desde finales del siglo XIX son: Teodomiro Pardo (1886), Eudaldo Alonso Varón (1900), Agustín Díez García (1912), Dictinio Duque (1938), Isaías Merino (1965).

Los secretarios que han ejercido en la localidad son: Leandro Herrero (1886), Baltasar Serrano Negro (1955).

[77]​ La comarca cuenta con muchos recursos naturales y de patrimonio histórico y artístico poco aprovechados hasta la fecha,[78]​ que podrían generar muchos puestos de trabajo en el territorio.

Actualmente, el medio urbano no es capaz de proporcionar al medio rural los habitantes que hagan que la población deje de descender.

Paralelamente a este fenómeno, la población urbana, la de las ciudades, envejece y no tiene garantizado el reemplazo generacional.

[82]​ En 1997, la superficie consorciada con la Confederación Hidrográfica del Duero dedicada al chopo era de 12,75 ha.

Podemos encontrar, además, zorro, jabalí, corzo, visón americano, conejo, etc.

El entorno de Quintanilla cuanta con sobrados recursos naturales y culturales.

La Villa romana La Olmeda, los museos de Saldaña, el Museo Escuela, etc. Saldaña, Quintanilla y su comarca tienen gran potencialidad como destino gastronómico[84]​ (ruta de la tapa y otras).

El templo de Velillas del Duque está dedicado a Santiago Apóstol.

[93]​ A ella se refirieron Agapito Rey[94]​ e Higinio Anglés,[95]​ en trabajos de 1927 y 1943 respectivamente.

Entre otros, los apellidos que se dan y se han dado en Quintanilla y término municipal son: Abia, Calle, Calleja, Calvo, Castrillo, Cófreces, Cuesta, De la Hoz, Del Río, Díez, Estébanez, González, Gonzalo, Gregorio, Herrero, Ibáñez, Herrero, López, Marcos, Martín, Mediavilla, Merino, Pardo, Polvorosa, Pozo, Redondo, Relea, Rodríguez, Salvador, Sarmiento, Sastre, Terán, Valiente, Valles, etc.

El apellido Gregorio está documentado en Quintanilla desde el siglo XVIII, al menos, cuando contrajo matrimonio María Gregorio, de Santibáñez de la Peña, con Mateo García.

[96]​ Quintanilla de Onsoña debe conservar su patrimonio inmaterial, es decir, las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades (así como los instrumentos), los objetos y artefactos, los espacios culturales asociados con los mismos que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconocen como parte de su legado cultural.

Otras fiestas que no se celebran, pero no han sido olvidadas, son las de carnaval (especialmente importante era el martes de Antruido (o antruejo))[98]​ o la otrora popularísima fiesta del árbol.

[99]​ Por Viernes Santo se jugaba al juego de la nita (también llamada tuta).

Palomar en Quintanilla de Onsoña
Palomar en Quintanilla de Onsoña