El arroyo Valdeperal, que nace en las lomas que separan el río Carrión del Abión (Valdeayuela), junto a las eras de Villalba, también se le denomina como río Valdecuriada, y discurre por varias localidades palentinas.
Estadísticamente son unas 700 personas, aunque la realidad es mucho más cruel pues esta comarca está afectada de un fuerte flujo migratorio hacia otras zonas del país.
Antigüedades: El Monasterio de Valcavado, en la margen izquierda del Carrión, ejerció su influencia sobre toda la Valdecuriada.
Si deseamos conocerlos con detenimiento, deberemos antes armarnos de paciencia, pues las carreteras que unen sus núcleos de población más importantes no responden a trazados geográficos lógicos, sino más bien a antiguas y antojadizas rutas arrieras, lo que ha permitido que en diferentes puntos de su recorrido se hayan preservado entornos de gran belleza natural y forestal.
[1] Antiguamente, en este río se pescaban barbos y truchas.
[1] La ocupación de La Valdecuriada se remonta a época de los romanos, e incluso a la Edad del Hierro, según descubrimientos realizados por D. Javier Cortes y Domiciano Ríos.
Se observa la similitud entre este “Cori” y el término “Uri”, ciudad en vasco, pues podría ser la misma palabra con sus derivaciones propias por préstamo de una lengua a otra.
Aportación a la Carta Arqueológica del Río Carrión entre Saldaña y La Serna.