Putas asesinas

[4]​ El libro, dedicado a sus hijos Alexandra y Lautaro, así como a sus amigos Alexandra Edwards (directora de la revista chilena Paula)[5]​ y Marcial Cortés-Monroy, está conformado por trece cuentos, el séptimo de los cuales aporta el título del libro.

Adicionalmente, algunos de los cuentos están dedicados especialmente a amigos del autor.

Los cuentos del libro son los siguientes:[1]​ Para el crítico español y amigo de Bolaño, Ignacio Echevarría, en este libro, salvo quizás por los cuentos «Putas asesinas» y «El retorno», se despliega una «épica de la tristeza», también presente en las obras precedentes del autor.

[20]​ El ensayista, periodista y traductor húngaro Mihály Dés, por su parte, destaca acerca de esta obra dos cualidades que para él son características de Bolaño, y que se suman a las esperables en todo buen escritor: la primera se refiere a su «capacidad de crear poderosas voces narrativas que se hacen con la trama y se convierten en el núcleo de la historia»; la segunda, que el autor otorga a sus narraciones «una suerte de abismo temporal a través del cual todo se ve como irrecuperablemente perdido».

[21]​ Para la académica Celina Manzoni, los cuentos «Carnet de baile» y «Encuentro con Enrique Lihn» son ejemplos de la lucha del autor en contra del canon literario.