Purificación de agua contaminada

El acceso al agua segura ha sido declarado un derecho humano por las Naciones Unidas.

Esto produce problemas sociales, económicos y de salud, tales como enfermedades endémicas fatales (hepatitis, cólera, parasitosis, etc.).

es muy peligroso esta enfermedad para niño(a) de 10 meses o 1-2-3 años “En las poblaciones más humildes".

En Argentina se considera que el máximo tolerable de arsénico está entre 0,10 y 0,12 mg/l.

La doctora en química de la UBA e investigadora del CONICET en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) Marta Litter encabeza un proyecto interdisciplinario para revertir esta situación con tecnología solar sumamente accesible.

IMPORTANTE: las botellas verdes (tipo de Seven Up o Sprite) no sirven para estas técnicas.

La mayor ventaja es que utilizan materiales muy económicos y son dependientes únicamente de la energía solar (radiación UV).

Las tecnologías son: Una tecnología ya bien establecida y aceptada para proveer agua bacteriológicamente segura que se basa en la exposición al sol de la botella conteniendo el agua contaminada por aproximadamente seis horas.

Estos compuestos forman unos ‘barros’ sobre los cuales se absorbe o coprecipita el arsénico”.

En este caso, las botellas se colocan al sol con el agua y el fotocatalizador (TiO2 óxido de Titanio) fijado a sus paredes por un procedimiento muy simple, que podría ser efectuado por los mismos pobladores, adecuadamente instruidos para ello.

En esta técnica podría eliminar todo el arsénico, la contaminación microbiana, orgánica y probablemente el uranio (aunque los estudios no han finalizado).

El dióxido de titanio está presente en los jugos sintéticos, tipo Tang (se usa como espesante), también en cosméticos y pantallas solares.

El mismo le da opacidad y se estima que expuesto a la energía solar podría eliminar todos los tóxicos.

Pero es importante tener en cuenta que no se puede aplicar en todos los tipos de agua.

Niveles aproximados de arsénico en Argentina, según el SPAR.