Asimismo, se le consideraba como tribuna de expresión del pensamiento revolucionario y democrático.
Políticamente estuvo ligada en un principio a las posiciones del MIR, pero entre sus colaboradores había asimismo militantes socialistas, comunistas, cristianos e independientes.
Las causas del desastre habían sido silenciadas por la Marina de Guerra para no asumir responsabilidades.
Al principio, Punto Final era un folleto con un formato equivalente a la cuarta parte de la edición que saldría después.
Su primer consejo de redacción estuvo integrado por los periodistas Augusto Olivares Becerra, Carlos Jorquera Tolosa, Manuel Cabieses Donoso y Mario Díaz Barrientos.
Esa función también fue desempeñada años más tarde por Jane Vanini, revolucionaria y guerrillera brasileña que fue asesinada en Concepción (Chile).
En la tarde, el bando n.º 19 agregó nuevos nombres, entre los cuales estaba Jaime Barrios, aunque ya había sido detenido al salir de La Moneda.
También fue asesinado el cineasta y poeta, militante del MIR, Máximo Gedda Ortiz, en 1974, luego de ser interrogado.
Como dirigente del MIR, regresó clandestino a Chile cuatro años después, y permaneció en esa condición hasta 1989, cuando emprendió la tarea de revivir Punto Final.
La revista reapareció en mayo de 1981 en el exilio, en México, como Punto Final Internacional y tuvo una frecuencia irregular.
[2] Algunos de sus últimos colaboradores y redactores fueron: Hernán Soto, Aram Aharonian, Mario Benedetti, Frei Betto, Patricia Bravo, Mauricio Buendía, Paula Chahín, Eleazar Díaz Rangel, Eduardo Galeano, Claudia Korol, Luis Alberto Mansilla, Antonio Peredo, Arnaldo Pérez Guerra, Emir Sader, Manuel Salazar Salvo, Alejandro Lavquén, Lucía Sepúlveda Ruiz, Luis Vitale, Paul Walder, Gaby Weber y Leo Wetli.
Directores de Punto Final han sido Mario Díaz Barrientos (1965-1973) y Manuel Cabieses Donoso (1981-1986, 1989-2018).