Recibe su nombre por ubicarse en el lateral oriental de la fortificación, estando conectada a la Plaza Mayor por la calle del Sol.
Inicialmente, la ciudad fue diseñada con un trazado urbano radial, en el cual la Plaza Mayor se ubicaba en el centro y las calles principales la unían con puertas de la muralla; en este caso, la calle del Sol sirve para unir la Plaza Mayor con la puerta del Sol.
La importancia de esta puerta en el período medieval se debe a que en sus extramuros se hallaba la desaparecida iglesia de San Andrés, que en el siglo XIII fue sede del cabildo y de un hospital, probablemente el primero que tuvo la ciudad.
Su actual aspecto renacentista data de una reforma que tuvo lugar en 1573.
Actualmente la puerta se halla en línea recta con el tramo de muralla colindante, pero en sus orígenes medievales estaba protegida por dos torres.