Dado que la madera tiene un peso específico muy bajo, es especialmente adecuada para la construcción de puentes.
En el presente artículo se hace una distinción entre los puentes de madera descubiertos y los cubiertos.
Para ello, en ambas márgenes se colocan estribos formados con piedras apiladas de manera que sus extremos sobresalgan hacia el centro del río, que luego se conectan con troncos colocados encima.
Los primeros ejemplos son el Kapellbrücke construido en Lucerna en 1365 o el Ponte Vecchio construido por Andrea Palladio en 1569, un puente cubierto apoyado en pilotes de madera sobre el río Brenta en Bassano del Grappa.
Durante el siglo XVIII, Hans Ulrich y Johannes Grubenmann desarrollaron algunas innovaciones en la construcción de puentes cubiertos.
Ithiel Town, William Howe e Isambard Kingdom Brunel,[12] por ejemplo, se hicieron un nombre en los puentes ferroviarios de madera.