Se cree que fue construido en el siglo I después de Cristo, durante el reinado del primer emperador Augusto.
Sin embargo, según la tesis doctoral de Manuel Durán Fuentes, el puente seguramente habría sido derruido por causas naturales y climáticas como una inundación o un terremoto, tal y como demuestra que en tiempos recientes como 1997 una riada ya se llevó por delante algunos pretiles.
Durán no duda que la cimentación del puente sea romana, pero cree que los arcos fueron reconstruidos en algún momento posterior, probablemente durante el Califato de Córdoba en el siglo X.
[3][4] Sobre el puente cruzaba todo el tráfico rodado de la carretera nacional N-IV hasta el año 1965.
Los sillares están hechos en opus quadratum y se encuentran almohadillados, indicativo de alta calidad en la construcción.