[2] Los arcos, a juzgar por algunas marcas de cantería en las hiladas bajas, pueden haber sido reconstruidos en época medieval, aunque su material es excelente granito, menos gastado que el de los pilares.
De todos modos, su origen romano parece más que probable.
En la década de los años 1970 se construyó un nuevo puente, siendo estrecho e insuficiente el antiguo.
El nuevo puente ahoga y encubre el antiguo aguas abajo.
A partir del puente, la vía romana, en su arranque protegida por un parapeto contra las inundaciones rápidas, de origen presumiblemente romano como el del puente mismo, procede en rectilíneo a través del término de Solosancho y su anejo Baterna, nombre cuyo origen romano es evidente, y ataca igualmente en línea recta las primeras asperezas del terreno antes de llegar a La Hija de Dios, cuyos lados norte y oeste pasa.