Mandado construir en 1510 por el rey portugués Manuel I, fue parcialmente destruido en 1709, durante la guerra de sucesión española, y no ha sido reconstruido.
El puente permanece en ruinas desde esa fecha hasta hoy, no habiendo sufrido ninguna restauración.
En 1903, en Vila Viçosa, el rey Carlos I de Portugal propuso la reconstrucción del puente, aunque la sugerencia no prosperó.
En 2000, se abrió un nuevo puente, a corta distancia aguas abajo del antiguo, construido y financiado por el gobierno portugués.
En sus proximidades se cultiva el olivo, la encina, la vid y cereales, junto a la explotación ganadera.
Las arquivoltas, con dos filas de duelas, están sostenidas por pilares cuadrangulares reforzados por altos contrafuertes.