Puente Viejo (Albi)

En ese momento, Francia experimentó una «fiebre de los puentes» debido al desarrollo del tráfico, una consecuencia del crecimiento productivo, demográfico y comercial experimentado en el siglo XI.

Sin embargo, las partes más antiguas que se ven hoy en día datan del siglo XIII.

Al principio demasiado angosto, no permitía el paso de los carros.

Punto de paso casi obligado, el Pont-vieux permitía cobrar un peaje en la entrada del puente,[5]​ aunque está certificado que los derechos ya se habían recaudado en 1193.

El Port Vielh d'Albi, frente al viejo puente bullía de vida y diversas actividades hasta finales del siglo XVIII.

Los tajamares de las dos pilonas próximas a la orilla izquierda se extendieron corriente abajo para dar apoyo a los arcos de ladrillo, que pudieron descansar sobre los tajamares existentes en las otras pilonas.

Vista del puente sobre el Tarn, con la pequeña presa y el muelle; al fondo, la catedral y el casco histórico de Albi