Es el segundo más antiguo de la Ciudad, tras el puente Mayor, que fue el único paso del río durante 800 años.
[7] Además, se proyectó el galvanizado del cable, lo que era un proceso absolutamente pionero para la época.
[6] El Gobierno rescindió el contrato de obras aduciendo dificultades técnicas y económicas.
Tras paralizarse la construcción del puente colgante, el mismo Mendizábal presentó una nueva propuesta de puente mediante «sistema Vergniais», en el que los tableros se cuelgan atirantándolos de arcos portantes.
Las péndolas para soportar el tablero arriostrado inferiormente, de hierro forjado, se dispondrían cada metro.
Tras estudiar también una alternativa mediante viga celosía metálica de cordones paralelos, la Comisión adoptó como solución definitiva el sistema bowstring (arco atirantado), tipología en la que los esfuerzos horizontales generados por el arco son absorbidos por el tablero horizontal, en vez de ser transmitidos a los estribos.
[6] El puente que finalmente se construyó y persiste en la actualidad fue proyectado por el propio Lucio del Valle en 1864;[1] siendo el primer puente de tipo bowstring construido en España,[1] y un puente notable como ejemplo temprano de las posibilidades y el manejo del hierro como nuevo material en la construcción, ya que en su temprana fecha este uso no era común.
[12] En 1889 se llevó a cabo un refuerzo de las vigas que soportan el tablero, y en 1916 se reformó la calzada, obras con las que el ligero piso de madera original fue sustituido por un firme convencional.
[13]La última intervención sobre este puente se produjo en 2009, cuando el Ayuntamiento de Valladolid utilizó fondos procedentes del Plan E para repintarlo en color negro, ya que su color anterior era un marrón muy oscuro.