A principios del siglo V a. C., la República romana se vio sacudida regularmente por luchas internas entre patricios y plebeyos.
Fue la primera vez que un tribunal demandaba a los cónsules citando abiertamente esta razón.
[2] Pero Cneo Genucio murió justo antes del juicio, quizás asesinado a instigación de los patricios,[3] y el procedimiento judicial fue anulado.
Los cónsules Vopisco Julio Julo y Lucio Emilio Mamerco tuvieron que refugiarse en la Curia y abandonaron el proyecto de levantar la prohibición, así como cualquier idea de represión, permitiendo así el regreso a la calma.
[8] En el año 471 a. C., Volerón fue reelegido tribuno de la plebe para llevar a cabo su proyecto.