Esta enfermedad ya fue descrita por Hipócrates, a pesar de que el nombre actual no fue utilizado hasta el año 1875.
La madre suele precisar de un ingreso en un hospital durante unos ocho días, y por lo general también el hijo.
Puede ser necesario incrementar más de un 50% la medicación durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, gracias a que la depuración de creatinina se duplica y el volumen del plasma también se ve incrementado.
[5] Los antipsicóticos típicos (haloperidol y clorpromazina) parecen ser seguros durante el embarazo, pero pueden tener efectos secundarios (discinesia tardía, hiperprolactinemia, etc.) en la madre.
Los anticomiciales, incluyendo la carbamazepina y el ácido valproico, son fármacos que pueden causar la muerte del feto si la madre los toma durante el primer trimestre de embarazo.
[5] Se observa que cuando la madre cuida de su bebé, la enfermera, mediante su presencia, brinda protección a ambos para reducir posibles consecuencias negativas.
Se sabe que la enfermera, mediante su presencia, puede fortalecer el vínculo entre la madre y su recién nacido.
Se ha encontrado que la presencia del personal de enfermería constituye un enfoque beneficioso y, en principio, sin efectos negativos.