Prudencio María Verástegui

[9]​ Habiendo fallecido su esposa en 1802 y hallándose con seis hijos varones, se trasladó a Zaragoza con toda su familia en octubre de 1806.[9]​ Le sorprendió allí el levantamiento provocado por la invasión francesa y por las escenas sangrientas del 2 de mayo.[9]​ Desguarnecida de tropas la ciudad, Verástegui optó por quedarse para colaborar en la defensa.[1]​ Aun así, fue puesto en libertad a los pocos días por falta de pruebas.[1]​ Lo acometió un amago de accidente apoplético, del que no conseguiría recuperarse.