Con 502 003 habitantes en 2020 es la sexta jurisdicción de primer orden[4] menos poblada —por delante de Catamarca, La Rioja, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego Antártida e islas del Atlántico Sur, la menos poblada—, con 76 748 km² la sexta jurisdicción de primer orden[4] menos extensa —por delante de Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) (la menos extensa)—, y con 6,54 hab/km², la séptima menos densamente poblada —por delante de La Rioja, Catamarca, Río Negro, Chubut, La Pampa y Santa Cruz, la menos densamente poblada—.En el siglo XVIII el panorama étnico había cambiado drásticamente tras la irrupción europea.Las etnias sedentarias se habían mixogenizado y aculturado acriollándose casi totalmente, mientras que los taluhet, diezmados por las pestes, fueron substituidos o aculturados por grupos mapuchizados como los pehuenche (antiguos huarpes del sur de Mendoza y norte neuquino) y -principalmente- los ranqueles, grupo mixogénico de hets, guenenakuna o "patagones" septentrionales, pehuenches y mapuches en los cuales predominaba el idioma mapuche dialectizado así como otros diversos rasgos culturales -sistema de creencias por ejemplo-, también de procedencia mapuche; del mismo modo, en el extremo sur de la provincia se encontraban los puelches -guenenakuna o patagones septentrionales-, muy aculturados por los mapuches.La población fue clasificada en: españoles, negros, indios, pardos y blancos americanos.El primer teniente gobernador destinado a Cuyo fue el coronel Florencio Terrada.Posteriormente, fue designado Gobernador Intendente el coronel Marcos Balcarce y luego José de San Martín.La provincia proclamó así su autonomía administrativa del gobierno de Cuyo.Las sierras se agrupan en 3 encadenamientos que corren de norte a sur separados entre sí por grandes valles planos.Estos son de carácter endorreico, al ser absorbidos por la tierra a medida que avanzan por la llanura sedimentaria.Sin embargo, es una provincia en la cual varias localidades se ven afectadas por las sequías que suceden en varios meses del año, por lo cual se debe tener extrema cautela en el uso del agua.La mara o liebre patagónica y el conejo de los palos también pueden ser vistos.El venado (Ozotoceros bezoarticus), muy abundante en otras épocas, hoy escasea, por lo que es indispensable la concreción del Proyecto de parque nacional Los Venados, el cual se propone preservar tanto a la especie que le da nombre como al último remanente de pastizales sin arar de las pampas secas.También hay pepiteros, monteritas y una gran variedad de pequeñas aves.El elenco avifaunástico se completa con el ñandú, el halconcito gris, las águilas, el jilguero, el zorzal, las calandrias, el hornero y el cóndor andino, entre las más famosas de la zona central.Las lagartijas son los reptiles más comunes, mientras que la boa de las vizcacheras (o lampalagua) es buscada por su bella piel, aunque ya es rara y está amenazada.También están presentes en los espejos de agua el pejerrey, la trucha o la perca criolla y la carpa europea, esta última introducida en embalses y afluentes de la zona.La Provincia de San Luis conserva tres zonas fitogeográficas bien delimitadas: el monte, el chaco occidental, y entre ambas, una amplia faja de transición, con extensas llanuras.En el monte se hallan extensos jarillares y retamas, que cubren las zonas más áridas.Sobre el potrero de la aguada se halla un curioso árbol que muestra un aspecto tortuoso, es la chica, especie endémica del monte.Con ellos, conviven corpulentos quebrachos blancos, junto a los algarrobos, chañares y breas.Los establecimientos industriales que se instalaron luego de ese año, exhiben una gran diversificación y están, principalmente, en dos centros urbanos: la ciudad de San Luis (capital provincial) y Villa Mercedes.Posee cerca de 36.000 plazas hoteleras[20] y se caracteriza por brindar una oferta de turismo basada en sierras, ríos y diques, contando con ocho zonas turísticas.Destinos: Naschel, Tilisarao, Renca, Concarán, Santa Rosa del Conlara, Bajo de Véliz, San Martín y Las Chacras.A Villa Mercedes, segunda ciudad en importancia provincial, se la identifica por la calle Angosta, el Río Quinto y el parque La Pedrera, una megaobra deportiva y cultural sin precedentes.El pueblo de San José del Morro es pura historia, en un ambiente encantador que tiene como protagonista su cerro, nacido en remotos tiempos volcánicos.La Toma, Capital de Mármol Ónix, propone experiencias mineras donde se conoce el origen y aplicaciones del ónix verde veteado, un orgullo mineral puntano.La zona está localizada en el sector noroeste del territorio de San Luis.Las Salinas del Bebedero, componen un inmenso paisaje blanco que presenta todo su esplendor en el invierno cuando se acumulan grandes extensiones de sal.