Las protestas en Egipto contra el presidente Mohamed Morsi estallaron el viernes 23 de noviembre de 2012 como respuesta contra una nueva ley ─finalmente no llevada a cabo─ que hubiera concentrado nuevos poderes en la figura del presidente y que fue considerada por sus opositores como «dictatorial».
Las protestas se extendieron a Alejandría, donde la sede del partido de Morsi Libertad y Justicia fue incendiada.
Al final del día se organizó una protesta paralela pro-Morsi, de menor seguimiento.
Se reportó que algunas sedes de los Hermanos Musulmanes habían sido incendiadas, y una manifestación pro-Mursi fue celebrada en El Cairo.
[25] El martes 27 de noviembre las personas concentradas en la plaza Tahrir superaron los 100.000, las cuales declararon estar dispuestas a no abandonar el lugar hasta que se anularara el decreto-ley.
Además, opositores y defensores del Presidente se enfrentaron en la localidad de Mahalla Al-Kubra, dejando 15 heridos.
El Frente de Salvación Nacional consideró la medida "insuficiente e insatisfactoria" al no haber intentado llegar a ningún acuerdo sobre la Constitución.