La higroscopia (del griego ύγρος hygros 'húmedo, mojado' y σκοπειν skopein 'observar, mirar'), también higroscopía o higroscopicidad, es la capacidad de algunas sustancias o materiales de absorber humedad del medio circundante.
Algunos de los compuestos higroscópicos reaccionan químicamente con el agua, como los hidruros o los metales alcalinos.
En el primer caso, al haber reaccionado, no se puede recuperar de forma simple.
Una vez en la atmósfera, empiezan por entrar en contacto con las gotitas de humedad y se disuelven en ellas.
[2] Los materiales delicuescentes son sustancias (en su mayoría sales) que tienen una fuerte afinidad química por la humedad y que absorben cantidades relativamente altas de agua si se exponen a la atmósfera, formando una solución líquida.
Debido a su gran afinidad por el agua, estas sustancias suelen usarse como desecantes.