Un desecador es un instrumento de laboratorio que se utiliza para mantener limpia y deshidratada una sustancia por medio del vacío.
[1] Está fabricado con un vidrio muy grueso y en él se distinguen dos cavidades, la primera cavidad más grande y superior, permite poner a secar la sustancia, y la otra cavidad inferior se usa para poner el desecante, más comúnmente gel de sílice.
El desecador se compone por un vidrio fuerte y otras veces puede ser hecho en porcelana.
También pueden estar fabricados con plástico, y son más económicos, aunque de peor calidad.
Luego de colocar el material se debe dejar la tapa entreabierta por uno o dos minutos hasta que el objeto se haya enfriado un poco.