Se engloban bajo la etiqueta del Programa Espacial Soviético (en idioma ruso: Космическая программа СССР; romanizado: Kosmicheskaya programma SSSR) las iniciativas astronáuticas desarrolladas por la Unión Soviética desde 1957 hasta el momento de su disolución en 1991.
[3] El principal ingeniero responsable del programa fue el académico Serguéi Koroliov,[4] hasta su fallecimiento en 1966, cuando un amplio equipo entre los que destacaron Borís Yevséyevich Chertok, que estuvo a cargo del desarrollo de sistemas de guía y control,[5] prosiguieron los desarrollos.
Ello motivó la creación por parte del presidente Dwight Eisenhower en 1958 de la Agencia NASA para desarrollar el programa espacial estadounidense.
[7] El 3 de noviembre de 1957 los soviéticos enviaron a bordo del Sputnik 2 por primera vez a un ser vivo al espacio, la perrita Laika, para estudiar los efectos del viaje espacial en un ser vivo.
[12] También fueron los primeros en ser capaces de realizar un paseo espacial (en 1965 Alekséi Leónov[13] y en 1984 Svetlana Savítskaya).
[15][16] Sin embargo la más emblemática[17] fue la estación espacial MIR (1986-2001)[18] célebre por albergar seres humanos en su interior durante temporadas muy significativas batiendo sucesivos récords, realizar más de 23.000 estudios científicos, realizar proyectos conjuntamente con Estados Unidos y servir de puente a la actividad espacial actual como la construcción, en cooperación con otros países, de la Estación Espacial Internacional (EEI).
En sus trabajos pioneros, Konstantín Tsiolkovski había escrito y hablado sobre esto explicando el concepto de cohetes con múltiples etapas.
Otra contribución para el avance del programa soviético lo constituyó la obtención de los misiles V-2 alemanes tras la 2.ª Guerra Mundial.
El encargado del proyecto Dmitri Ustínov, y el diseñador e Ingeniero en jefe Serguéi Koroliov también contaron la ayuda de planos capturados y del científico alemán Helmut Gröttrup.
Gracias a eso lograron construir una réplica del V-2 que llamaron Cohete R-1 Pero el peso de las primeras cabezas nucleares soviéticas requería un propulsor más poderoso.
En enero de 1956 se aprobó el plan para desarrollar satélites que orbitaran el planeta y obtener más conocimientos del ambiente espacial (Sputnik) y también para ganar experiencia militar espacial (Zenit).
Este hito y los subsiguientes vuelos dieron a los soviéticos una experiencia valiosa en el campo de la medicina espacial.
Una excepción fue Valentina Tereshkova, la primera mujer en llegar al espacio en 1963, a bordo del Vostok 6.
Las misiones se planeaban basándose en la disponibilidad de cohetes y otras razones específicas, más que con objetivos científicos.
Sin embargo, Ustinov le dirigió para que se centrase en misiones cercanas a la Tierra usando la viable nave espacial Vosjod, una modificación de la Vostok, al igual que misiones no tripuladas interplanetarias a planetas cercanos tales como Venus o Marte.
El progreso del programa Apolo alarmó a los diseñadores jefes, cada cuál defendió su proyecto como respuesta.
Bajo presión Mishin aprobó el lanzamiento del Soyuz 1 en 1967, pese a que la nave nunca había conseguido ser testada satisfactoriamente en un vuelo no tripulado.
Dado el desastre y bajo nuevas presiones, Mishin desarrolló un problema de alcoholismo.
El posterior programa lunar tripulado propuesto, "Vulkan-LEK", no fue adoptado por razones económicas.