Programa atómico de Japón

En diciembre de 1938, los químicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann enviaron un manuscrito a Naturwissenschaften indicando que había detectado un elemento, el bario, después de bombardear uranio con neutrones;[3]​ al mismo tiempo, comunicaron sus resultados a Lise Meitner.

En 1939 Nishina reconoció el potencial militar de la fisión nuclear, y se mostró preocupado con que los norteamericanos estuviesen trabajado en un arma nuclear que pudiese ser utilizada contra Japón.

La comisión concluyó que así como la bomba atómica, en principio, era factible, "sería muy difícil para los Estados Unidos llevar a cabo con éxito un acción con armamento nuclear durante la guerra".

No intentó construir una pila de uranio, ya que no tenía Agua pesada disponible, pero Takeuchi Masa, que estaba a cargo del separador de Nishina, calculó que el agua ligera podría ser suficiente si el uranio pudiese ser enriquecido con un porcentaje del 5-10% de uranio-235.

Próximo a Nishina, Arakatsu fue el más destacado físico nuclear de Japón.

El trabajo se desarrolló lentamente, pero poco antes del final de la guerra había desarrollado una ultracentrifuga (que giraba a 60.000 rpm); Arakatsu confiaba en que sería capaz de lograr alcanzar el objetivo propuuesto.

En 1926 Noguchi fundó la compañía Hidroeléctrica Coreana en Hŭngnam en el noreste de Corea, dicho lugar se convirtió en un complejo industrial que producía amoniaco para el desarrollo de fertilizantes.

[12]​ El periódico The Atlanta Journal-Constitution por medio del periodista David Snell, un investigador del 24 ª Destacamento de Investigación Criminal en Corea, fue autor de un informe para el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente que establecía que Hideki Tojo había planeado hacer la guerra nuclear si sus científicos hubiesen tenido éxito.

[15]​ En 1985 el libro "Japón la guerra secreta: la carrera contra el tiempo para construir su propia Bomba Atómica" ("Japan's Secret War: Japan's Race Against Time to Build Its Own Atomic Bomb")[16]​ elaborado por Robert K. Wilcox retomó parte del material de Snell en su investigación sobre el desarrollo nuclear de Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

Una revisión realizada por el empleado del Departamento de energía Roger M. Anders apareció en la revista Military Affairs:

"[18]​ Un artículo publicado en la revista "Intelligence and National Security" (Espionaje y Seguridad Nacional) en 1998, basado en una revisión de muchos de los documentos utilizados por Wilcox, y otros nuevos, llegan a una conclusión parecida.

Estos fueron el científico norteamericano Glenn Seaborg (descubridor del plutonio) y un antiguo ciudadano japonés, el profesor Paul Kuroda, quien era entonces un miembro de la facultad en la Universidad de Arkansas, y que había trabajado al margen del programa nuclear japonés durante la guerra.

[cita requerida] Desde el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, Japón ha tenido unos fuertes sentimientos antinucleares.

Después del first nuclear test de China en 1964, el primer ministro japonés Eisaku Satō comentó al presidente norteamericano Lyndon Johnson cuando se reunieron en enero de 1965, que si los comunistas chinos tenían armas nucleares, los japoneses deberían tenerlas también.

Significaba que Japón no construiría, tendría o permitiría el tránsito por suelo japonés de armas nucleares.

Los principios, adoptados por la Dieta, no fueron plasmados en ley, han permanecido en las bases de la política nuclear japonesa desde entonces.

Por tanto, trató de aclarar los principios en febrero de 1968 ante la Dieta declarando las "Cuatro Políticas Nucleares" ("Cuatro pilares en la política nuclear"): Se puede concluir que si la seguridad ofrecida por Norteamérica fuese retirada o se demostrase impracticable, Japón no tendría más remedio que buscar la solución nuclear.

Los defensores de estas tendencias incluyen académicos conservadores, algunos miembros del gobierno, unos cuantos industriales y grupos nacionalistas.

Además, Japón y otras naciones temían que un arsenal nuclear de la India pueden causar una carrera de armas nucleares con China a nivel regional[20]​ El segundo suceso se produjo en 1998 con motivo del lanzamiento del misil norcoreano Taepodong-1 por encima de Japón, el cual causó una protesta pública y llevó a algunos a pedir la remilitarización y el desarrollo de armas nucleares.

Mientras en la actualidad no existen planes para producir armas nucleares en Japón, se ha argumentado que Japón posee la tecnología, los materiales y el capital suficiente para producir armas nucleares en menos de un año, si fuese necesario, y muchos analistas consideran que, por esta razón, es un país nuclear de facto.

[22]​ Por esta razón Japón es habitualmente reconocido como un "poseedor virtual"[23]​[24]​ lejos de poseer armamento nuclear.

Estampilla de 1957 en conmemoración de la construcción del JRR-1, el primer reactor nuclear de investigación de Japón