Prodigium

Un prodigium (palabra latina, "acontecimiento prodigioso", en plural, prodigia) en su acepción más amplia en la religión de la Antigua Roma era cualquier signo por el que los dioses indicaban a los hombres un evento que se iba a producir ya fuese positivo o negativo, por lo que podían incluir presagios o augurios.Los prodigios confirmados como genuinos eran remitidos a los pontífices y augures para la expiación ritual.En casos particularmente graves o difíciles, los decemviri sacris faciundis podían buscar orientación y sugerencias en los Libros sibilinos.Por ello tuvieron que ser expiados mediante sacrificios de "víctimas mayores".Los prodigios menores eran menos agresivos pero igualmente antinaturales, del tipo de ovejas que se convertían en cabras o gallinas en gallos, y viceversa.