Durante el procedimiento, el paciente está sedado y se utiliza el endoscopio para examinar toda la longitud del colon en busca de pólipos, hemorragias o tejido anormal.A continuación, se puede realizar una biopsia o extracción de pólipos y enviar el tejido al laboratorio para su evaluación.[12] Procedimiento similar a la colonoscopia en el que se utiliza un tubo largo y delgado con una cámara (endoscopio) que se pasa a través del ano, pero sólo con la intención de visualizar el Recto y el última parte del colon más cercana al recto.Esto suele permitir que el paciente vuelva a sus actividades normales inmediatamente después de finalizar el procedimiento.El procedimiento se realiza para evaluar síntomas como acidez persistente, indigestión, vómitos con sangre, heces oscuras alquitranadas, náuseas y vómitos persistentes, dolor, dificultad para tragar, dolor al tragar y pérdida de peso inexplicable.Es probable que el paciente no deba comer ni beber nada desde 4 horas antes de la intervención.Los efectos secundarios incluyen hinchazón, náuseas y dolor de garganta durante uno o dos días.Las complicaciones son poco frecuentes, pero incluyen reacciones a la anestesia, hemorragias y perforación gastrointestinal del esófago, el estómago o el intestino delgado, que puede requerir intervención quirúrgica.Esto se realiza mediante múltiples técnicas, como la cortar la abertura y crear un orificio más grande para el drenaje, extraer cálculos biliares y otros restos, dilatar las partes estrechas de los conductos o colocar una endoprótesis que mantenga los conductos abiertos.[16] La endoscopia puede ser terapéutica, por ejemplo para detener un sangrado de una úlcera péptica o de unas várices esofágicas, extraer cálculos que obstruyan la vía biliar, resecar tumores tempranos y pólipos y realizar una PEG (gastrostomía percutánea endoscópica).
Dibujos del "Lichtleiter" de Bozzini, un primitivo
endoscopio
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