La endoscopia digestiva consiste en el estudio o estudios realizados para visualizar y en ocasiones tratar patologías del tubo digestivo tracto gastrointestinal, con ayuda de un endoscopio.
Por boca endoscopia alta o panendoscopia, al igual que la CPRE Colangiopancreatografía Retrógrada Endoscópica y por ano colonoscopia o complemento de enteroscopia.
Se citan algunos ejemplos: La endoscopia digestiva ha emergido como una opción innovadora para el tratamiento de la obesidad, ofreciendo procedimientos mínimamente invasivos que no requieren cirugía.
Entre estas técnicas se encuentran la colocación de balón intragástrico, que consiste en introducir un balón de silicona en el estómago para reducir su capacidad y generar sensación de saciedad, y la gastroplastia endoscópica en manga (EndoSleeve),[1] en la que se realizan suturas en el estómago para disminuir su tamaño y limitar la ingesta de alimentos.
Estos procedimientos, realizados por especialistas en gastroenterología y endoscopia bariátrica, representan una alternativa segura y efectiva para pacientes con obesidad moderada que buscan perder peso sin recurrir a la cirugía tradicional.