El problema de los neutrinos solares se debió a una gran discrepancia entre el número de neutrinos que llegaban a la Tierra y los modelos teóricos del interior del Sol.
El Sol es un reactor de fusión nuclear alimentado por una reacción protón-protón en cadena la cual convierte cuatro núcleos de hidrógeno (protones) en helio, neutrinos y energía.
El exceso de energía es liberada como rayos gamma y energía cinética de las partículas, incluyendo los neutrinos los cuales viajan desde el núcleo solar hasta la Tierra sin ninguna absorción apreciable por las otras capas solares.
En esencia, los neutrinos que llegan a la Tierra pueden ser detectados usando grandes detectores subterráneos, que corroboran los cálculos teóricos basados el Modelo Solar Estándar.
Estas detecciones son medidas por la unidad de flujo de neutrinos solares SNU (Solar Neutrino Unit), que es equivale a una captura por segundo por cada 1036 átomos del blanco.
En las paredes del recipiente se encuentran colocados 11 110 tubos fotomultiplicadores.
El detector opera en umbrales de energía que van desde 7 hasta 4 MeV.
El flujo medido por Super Kamiokande es: Super Kamiokande presentó los resultados de la medición precisa del flujo de neutrinos solar y el espectro.
El Sudbury Neutrino Observatory (SNO) se encuentra en la mina Creighton en Canadá a dos kilómetros de profundidad.
SNO fue capaz de medir una pequeña, pero significativa diferencia entre los flujos diurnos y nocturnos.
A mediados de los 70, se creía firmemente que los neutrinos no tenían masa y por tanto su tipo era invariante.
Así pues los neutrinos solares "perdidos" podrían ser neutrinos electrónicos que hubieran cambiado de tipo a lo largo de su viaje a la Tierra y por lo tanto no fueron detectados.
Sin embargo los datos fueron insuficientes para sacar ninguna conclusión en claro.
Estas observaciones se refieren a neutrinos muónicos provenientes de la interacción de los rayos cósmicos con la atmósfera terrestre, no se han observado neutrinos tauónicos en el Super-Kamiokande.