Un electrón regularmente interactuará, causando lluvias de partículas adicionales y, por ello, se detectará un cono más borroso.
El detector, llamado KamiokaNDE (Kamioka Nucleon Decay Experiment), era un tanque que contenía 3000 toneladas de agua pura y unos 1000 tubos fotomultiplicadores acoplados a la superficie interna.
La capacidad del experimento Kamiokande para detectar la dirección de los electrones producidos en la interacción de los neutrinos solares permitió a los investigadores demostrar, por primera vez, que el Sol, verdaderamente, produce neutrinos.
Era necesaria mayor sensibilidad para observar neutrinos con una precisión estadística más confiable.
Hasta entonces, toda la evidencia observacional apuntaban a que los neutrinos no tenían masa, aunque los teóricos habían especulado lo contrario por muchos años.
En julio de 2005, se comenzaron las preparaciones para restaurar el detector a su forma original, reinstalando unos 6.000 tubos fotomultiplicadores.