Al momento de su botadura estaba casi totalmente equipado, sus lujosos comedores y salones eran estilo Luis XVI, se lo había dotado con todos sus enseres, máquinas, instalaciones eléctricas, telegrafía Marconi e instalaciones de navegación.
Estaba proyectado para realizar la ruta transatlántica con Sudamérica, transportando a Argentina, principalmente, inmigrantes italianos.
Se había reunido gran concurrencia y numerosas embarcaciones repletas de espectadores a su alrededor.
La desesperación cundió y se intentó adrizar arrojando en contención el ancla de estribor; pero la escora continuó.
[2] Su nave hermana ya estaba avanzada en el mismo astillero y un año y un mes después, en octubre de 1908, se realizó en el mismo astillero la botadura del SS Principessa Mafalda; pero se lastró y no se le montaron las chimeneas ni los mástiles para evitar la repetición de lo sucedido con su nave hermana.