La botadura es la acción y efecto de botar un barco una vez terminada su construcción o la reparación para la que necesitó entrar en grada.
Tres son los métodos para botar un buque: El primero de ellos, el más tradicional, consiste de hacer que el buque se deslice por la grada sobre la cual se ha construido, entrando en el agua por su popa hasta quedar a flote.
Al primer método se le denomina también incorrectamente lanzamiento, por traducción literal del inglés launch.
La operación de botadura consistía primitivamente en valerse del esfuerzo animal con la ayuda de palancas y aparejos, haciendo deslizar la quilla sobre rolletes mojados o ensebados y sentados sobre un terreno firme con bastante inclinación hacia el agua.
Ya de antiguo, se disponía la embarcación sobre un aparato móvil, llamado cuna, el cual adaptado y convenientemente asegurado a los fondos del casco conduce a este consigo al agua al resbalar sobre la basada, consistiendo esta en una solera formada por largueros tendidos sobre la grada y en sentido longitudinal de la misma.