Sin embargo, como ocurriría cuatro años después en la segunda entrada en Madrid del Archiduque Carlos, su estancia en la capital de la Monarquía Católica fue muy corta debido a la falta de apoyos y a la hostilidad con la que se encontró.
El 2 de julio el Archiduque fue proclamado rey y un mes después abandonaba la capital en dirección a Valencia.
[1] Intentaba así alcanzar el objetivo que proclamaba un impreso de Barcelona:[2]
de toda España, que empieza a Reinar en Cataluña y España empuña, La ofensiva sobre Madrid se realizó por dos ejércitos aliados que se unieron en Guadalajara para lanzarse sobre Madrid.
A la violencia indiscriminada contra los austracistas le siguió la represión oficial.