[4][5] Alemania no deseaba que Marruecos, territorio estratégico para el acceso al Mediterráneo, quedase dominado por el país vecino.
[13] El káiser hizo ciertos comentarios en favor de la independencia marroquí, un desafío a la influencia francesa en Marruecos.
[11][14] Aconsejó tiento en la aplicación de reformas y defendió los intereses económicos alemanes en el país.
[7][15] Francia tuvo reafirmada su influencia en Marruecos por el Reino Unido (gracias al Entente Cordiale) y España en 1904, un movimiento que el Imperio alemán vio como un golpe hacia sus intereses y tomó acción diplomática para desafiar.
[11] La mayoría de las potencias, sin embargo, se mostraron contrarias o indiferentes a la propuesta alemana.
[19] La crisis alcanzó su apogeo a mediados de junio, cuando Delcassé fue retirado[20] del ministerio por el primer ministro Maurice Rouvier.
Hasta el verano de 1905, Francia no movilizó tropas, pues temía que esto pudiese desencadenar la guerra.
[21] En todo momento, sin embargo, los Gobiernos trataron de evitar tomar medidas que precipitasen una guerra.
[11] De las trece naciones presentes,[29] los representantes alemanes solo fueron apoyados por los del Imperio austrohúngaro.
[29] Sin deseos de desencadenar una guerra por Marruecos, con una flota aún incapaz de enfrentarse a la británica y dada la firme posición francesa, Alemania decidió no prolongar la crisis y aceptar las posiciones del adversario.
Como añadido a esto, dio a conocer al mundo el peligro y tensión vigente entre las potencias imperialistas europeas, y el riesgo que suponía el hecho de que las grandes naciones se aliasen en bloques militares; aunque este acontecimiento no desencadenó una guerra, sí causó un empeoramiento[32] de las tensiones internacionales que finalmente llevaron a la Primera Guerra Mundial (1914-1918).