Al principio fue una revuelta contra Jenízaros renegados pero se convirtió en una guerra de independencia.Los dahije (comandantes de jenízaros) asesinaron al visir otomano en 1801 y ocuparon el sanjacado, gobernando independientemente del sultán.La tiranía siguió: los jenízaros suspendieron los derechos otorgados anteriormente a los serbios por el sultán, aumentaron los impuestos e impusieron el trabajo forzoso, entre otras cosas.El éxito militar continuó a través de los años, sin embargo, hubo oposición entre Karađorđe y otros líderes.Muchos serbios habían estado al servicio de Austria durante la guerra, adquiriendo así una cierta experiencia militar.[1] En 1793 y 1796, el sultán Selim III concedió más derechos a los pachaliks de Belgrado.Sin embargo, la Sublime Puerta sufría grandes contrariedades luchando contra Napoleón Bonaparte, entonces comprometido en la campaña de Egipto.Los jenízaros hicieron reinar así el terror y muchos serbios optaron por huir a los bosques.[5] Los notables serbios solicitaron el auxilio del sultán, que amenazó a los jenízaros con enviar contra ellos un ejército no musulmán.[4] Algunos serbios comenzaron a rebelarse, en especial en Šumadija, y se convirtieron en haïdouk (jefes rebeldes o guerrillero-bandoleros).En los dos meses siguientes, los jenízaros pasaron por las armas a entre setenta y ciento cincuenta notables.[8] Esa misma tarde los rebeldes quemaron el caravasar de Orašac y masacraron a los turcos.Los rebeldes acometieron al enemigo en el campo y lo obligaron a refugiarse en un puñado de fortalezas.[9] Los rebeldes emprendieron una guerra de guerrillas contra los jenízaros, que pronto se avinieron a negociar.[13][12][14] A esta victoria le siguieron otras: en noviembre los serbios se apoderaron de Smederevo, donde fijaron la capital del territorio rebelde.Al mismo tiempo los serbios dirigidos por Petar Dobrnjac lucharon en Deligrad contra otro ejército turco que entró por el sureste como refuerzo.[16] En junio de 1807, un representante ruso sin poderes para ello —simplemente debía fomentar la rebelión— firmó un acuerdo con los representantes serbios en los que estos solicitaban al emperador ruso un gobernador y el otorgamiento de una Constitución al territorio.El poder se dividió entre la Asamblea Nacional, el Consejo —impuesto por los caudillos rebeldes para limitar el poder de Karađorđe—[19] y el mismo Karađorđe.[21] Karađorđe hizo una fructífera incursión en la región de Novi Pazar, pero luego fue derrotado con contundencia en Niš.Pero en la época esto era percibido como un movimiento de liberación de los pueblos cristianos, y dentro del espíritu del Romanticismo se verá a Lamartine y a Víctor Hugo escribir sobre ello.
Serbia en 1813, en vísperas del aplastamiento de la rebelión por las fuerzas otomanas.