En 1804, durante la Primera Insurrección Serbia los rebeldes serbios, liderados por Milenko Stojković, cogieron y ejecutaron los dahias, quienes habían huido desde Belgrado y se refugiaron en la isla.
La mezquita de Ada Kaleh se remonta al año 1903 y fue construida en el lugar en el que antes hubo un monasterio franciscano.
La alfombra, un regalo del sultán turco, se conserva en la mezquita de Constanza desde el año 1965.
En sus últimos años de existencia, la isla tenía entre seiscientos y mil habitantes.
En la novela El hombre dorado (Arany ember), publicada en 1872, Ada Kaleh es calificada como la "Isla de Nadie" y se convierte en un símbolo casi mítico de paz, seclusión y belleza, yuxtapuesto al mundo exterior.