En marzo de 1897, durante la revolución filipina contra el Imperio español, Emilio Aguinaldo fue elegido Presidente del gobierno revolucionario en la Convención Tejeros.[1] El nuevo gobierno estaba destinado a reemplazar a la Suprema y Venerable Asociación de los Hijos del Pueblo, aunque claro está, este no sería disuelto sino hasta 1899, Aguinaldo fue nuevamente elegido presidente en Biak-na-Bato en noviembre, lo que llevó a la creación de la República de Biak-na-Bato.La Primera República Filipina fue de corta duración y nunca reconocida internacionalmente.[3] La guerra filipino-estadounidense estalló entonces entre los Estados Unidos y el gobierno de Aguinaldo.Inicialmente el mandato era de seis años sin posibilidad de reelección, pero la constitución fue modificada en 1940 para permitirle a Quezón la reelección, reduciendo el mandato a cuatro años.Cuando el presidente Quezón se exilió en los Estados Unidos después de que las Filipinas cayeron ante el Imperio del Japón en la Segunda Guerra Mundial, nombró al Presidente del Tribunal Supremo José Abad Santos como Presidente en funciones y, como interino Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.La constitución de 1935 se mantuvo vigente hasta su reemplazo en 1973 por una impuesta por el dictador Ferdinand Marcos.La nueva constitución era en teoría parlamentaria, pero en la práctica Marcos retuvo el poder en sus manos hasta su derrocamiento por la Revolución EDSA en 1986, asumiendo la Presidencia Corazón Aquino.
Manuel Luis Quezón
, segundo Presidente de Filipinas entre 1935-1942, sería depuesto por la invasión japonesa y moriría en el exilio en 1944.