Presas de la provincia de León
[4][5] Aunque es posible que el campamento romano de la Legio VII Gemina ya contase con regueros que abastecieran de agua a la ciudad, el origen las presas actuales se remonta a la Edad Media.[1][5] A partir del siglo X y por influencia mozárabe, comenzaron a utilizarse presas para regadío y se fueron estableciendo molinos sobre las mismas para obtener harina aprovechando la fuerza motriz del agua.[1][6][7][8] Las presas solían ser propiedad de conventos o monasterios y el uso del agua estaba estrictamente regulado, así como la limpieza y reparación de la canalización.[4][5][9] A comienzos del siglo XX algunos molinos harineros pasaron a convertirse en fábricas de luz que generaban electricidad para pequeños núcleos de población,[10][11] aunque desde mediados de siglo tanto los molinos como las presas comenzaron un lento declive.[1] En la actualidad muchas presas continúan siento utilizadas, especialmente para la irrigación de pastos, constituyendo elementos paisajísticos y ecológicos de alto valor.