Se trata de una prefectura apostólica latina, inmediatamente sujeta a la Santa Sede.
El 4 de septiembre de 1951 China comunista expulsó al nuncio apostólico Antonio Riberi y la Santa Sede continuó reconociendo a la República de China en Taiwán como el legítimo gobierno chino.
Todos los misioneros extranjeros fueron expulsados de China comunista en 1952, entre ellos el presbítero irlandés Patrick Maurice Connaughton, prefecto apostólico de Suixian.
[2] En el período de 1966 a 1976 la Revolución Cultural se ensañó especialmente contra la religión, destruyéndose numerosas iglesias y cesaron todas las actividades religiosas en la diócesis.
[4] Debido a la situación particular de la Iglesia católica en China, la Santa Sede no nombra obispos para las diócesis chinas, que son sedes oficialmente vacantes incluso en presencia de obispos reconocidos por Roma.