Polvoranca

En esa época, la población total se situaba en torno a 300 vecinos.

A su vez, el crecimiento de Leganés, Fuenlabrada y otras ciudades del sur provocó que los vecinos abandonaran el pueblo durante los siglos XVIII y XIX.

En el imaginario popular de la época, Polvoranca pasó a estar considerado como un «lugar maldito».

Años después, el escritor Benito Pérez Galdós describiría Polvoranca en su libro Nazarín.

Durante un proceso iniciado en 2005 por el ayuntamiento de Leganés para evaluar una posible restauración, se hallaron restos humanos en el interior del templo.