Los escasos datos que se han conservado sobre esta figura se deben a los poetas Publio Papinio Estacio y Marco Valerio Marcial, quienes le consagraron varios poemas consolatorios[1] tras la desastrada y prematura muerte de su marido (el año 65 d. C.), el poeta épico Lucano, implicado, al igual que su tío Séneca, en la conjura de Pisón contra el emperador Nerón, el último de la dinastía Claudia, pues este los había condenado a ser ejecutados o a suicidarse.
Lucano se dejó desangrar y ella misma también tomó esa decisión, que fue impedida por su servidumbre.
[2] Publio Papinio Estacio llama a Pola "la más querida de todas las mujeres casadas" y pone en boca de la musa Calíope en su Tebaida que cantaba y componía versos.
Ya sin duda es Pola Argentaria la aludida por Marcial en los otros dos: Pola ya no se volvió a casar y conservó la obra cumbre de su marido, La Farsalia, una epopeya incompleta en diez cantos que narra la guerra civil entre Julio César y Pompeyo, que solo pudo editar en la época de los Flavios a causa de la persecución de Nerón, envidioso de su talento poético; entonces alcanzó un éxito enorme.
Se cree, por otra parte, que ella compuso la siguiente elegía al fallecimiento de Lucano: Algunas Vitae de Lucano y el tardío poeta Sidonio Apolinar[4] afirman que Estacio se casó con Pola tras la muerte de su primer marido y que ella había colaborado en la redacción, corrección y edición de La Farsalia, más en concreto en los tres primeros libros de los diez de que consta; ambas noticias parecen más que posiblemente falsas, como ya pensaron los ilustrados Nicolás Antonio y Pedro Rodríguez Mohedano.