Dicha condición fue ignorada durante más de medio siglo, primero por Prusia, después por el Imperio Alemán.
Finalmente, en 1919 Alemania se vio obligada a aceptar la celebración de la consulta popular tras su derrota en la Primera Guerra Mundial.
El voto proalemán sólo fue ampliamente mayoritario en las localidades de Tønder y Højer.
Dicha isla se encontraba al sur, lejos del límite entre las zonas I y II; por ello, la Commission Internationale de Surveillance du Plébiscite Slésvig resolvió establecer una frontera casi idéntica a la separación entre las dos zonas.
En el tercio meridional de Schleswig nunca llegó a producirse ningún plebiscito.