La plaza de Peñuelas es un amplio espacio ajardinado del barrio de Arganzuela (Madrid), entre la calle de la Arquitectura, la calle del Labrador y el paseo de Juan Antonio Vallejo Nájera Botas, (en el tramo que en el siglo xix fuera calle del Laurel.[6] El escritor Benito Pérez Galdós menciona la plaza en su novela La desheredada (1881).[1] El modesto templo tuvo en su altar mayor una virgen esculpida en mármol.[7] En 1943 el ayuntamiento franquista acordó rebautizar esta plaza como plaza del Capitán Haya, pero cambió de idea y le puso tal nombre a una calle de los barrios del ensanche madrileño entre el barrio de Tetuán y la entonces avenida del Generalísimo, luego paseo de la Castellana.Vicente Blasco Ibáñez menciona la sordidez del barrio de las Peñuelas en La horda (1905): "Maltrana adoptó una resolución.